sábado, 3 de febrero de 2007

de música ligera

Estoy aburrido. Para variar, y para redundar un poco, estoy aburrido. Pero no se trata de que estoy embolado, como cuando uno se pone histérico y de mal humor. Se trata de un aburrimiento tranquilo, de estar relajado y sentirse bien, tranqui, pero necesitar algo para hacer. Estan pasando un recital de Aznar por la tele, por crónica, y esta bueno. No soy un fan de Aznar, de hecho no conozco mucho su obra, pero está cantando cosas de otros, y además es tranqui, relajante, y esta bueno. Pero necesito algo para hacer, para ocupar mis manos y mi mente (no piensen en eso que estoy de mi tía, che guarangos!). Porque, todo bien con la mùsica, pero sirve de acompañamiento. No tengo ganas de ponerme simplemente a escucharlo. Hay que hacer algo mientras. Y por eso escribo. Pero, claro, esto puede resultar muy aburrido para ustedes. Eso creo yo. Y seguro que Pablo me da la razón. Se que hay otros (u otro. ¿Martín?) que no se aburren. Les encanta esto, o mi estilo, no lo se muy bien. Pero disfrutan leyendo estas especies de diario cibernético. A ellos escribo pues. O no. Mentira. Escribo para mi. En este momento es como una actividad terapèutica. Alla el gusto del pùblico. Yo, por mi parte, la estoy pasando bien. Nunca hablo realmente de nada, ya se los advertí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias, capo!