jueves, 8 de febrero de 2007

Historia de la sexualidad, tomo 1

"Contra el dispositivo de sexualidad, el punto de apoyo del contraataque no debe ser el sexo-deseo sino los cuerpos y los placeres"

miércoles, 7 de febrero de 2007

Vanguardias

¡Ah, la retórica de las vanguardias! Es excelente. Cada vez que me toca leer algún manifiesto no puedo reprimir alguna carcajada en algún punto. ¡Son fantásticos! Tanta vida, tanto dinamismo, tanta acción, tanta juventud! Vean, vean:

"Toda obra pictórica o plástica es inútil; que, por lo menos, sea un monstruo capaz de dar miedo a los espíritus serviles y no algo dulzarrón para servir de ornamento a los refectorios de esos animales vestidos de paisano que ilustran tan bien esta fábula triste de la humanidad" (Dadaísmo)

"Dada trabaja con todas sus fuerzas por la inatauración del idiota en todas partes. Pero conscientemente. Y él mismo tiende cada vez más a volverse idiota".

"Museos: ¡Cementerios!... Idénticos, verdaderamente, por la siniestra promiscuidad de tantos cuerpos que no se conocen" (Futurismo).

"¡Chopin a la silla eléctrica!" (Estridentismo mexicano (hay que aclarar porque, desafortunadamente, conocemos más de los movimientos de Europa que de nuestra propia realidad))

¡Excelente! La exageración de la expresión, la ampulosidad del gesto, la teatralidad de escribir un manifiesto... son fantásticos. Leer manifiestos es muy divertido. Pero, ¡Ojo!, que los respeto mucho. Pero, como dije, hay momentos en que no puedo reprimir una carcajada. Lo cual es bueno por dos razones: en primer lugar, en gran parte de las oportunidades la risa es lo que buscaban los mismos vanguardistas; en segundo lugar, porque si no me hicieran reir no estaría escribiendo sobre ellos. Además de lo evidente: la risa es siempre bienvenida porque implica un placer.

sábado, 3 de febrero de 2007

de las ganas de tener una niña

Dios. Que ganas de tener una minina. Para un par de besos, nada más. Solo eso. No más que eso, che. Un par de besos. ¡Diosito santo, poder apretar un cuerpo por un rato!

de los comentarios bloggisticos

Se que hay algunos que se metieron y no dejaron comentario. ¡Malditos! ¿No se dan cuenta que hay toda una cosa de publicidad, de egolatría, de terapéutico en todo esto? Vean: de última, sólo les pido que firmen, de vez en cuando. Como para sentir que le escribo a alguien ¿No? Como para sentir que uno no es un boludo escribiendo ahí en el aire, medio loco, para nadie. See ya.

de música ligera

Estoy aburrido. Para variar, y para redundar un poco, estoy aburrido. Pero no se trata de que estoy embolado, como cuando uno se pone histérico y de mal humor. Se trata de un aburrimiento tranquilo, de estar relajado y sentirse bien, tranqui, pero necesitar algo para hacer. Estan pasando un recital de Aznar por la tele, por crónica, y esta bueno. No soy un fan de Aznar, de hecho no conozco mucho su obra, pero está cantando cosas de otros, y además es tranqui, relajante, y esta bueno. Pero necesito algo para hacer, para ocupar mis manos y mi mente (no piensen en eso que estoy de mi tía, che guarangos!). Porque, todo bien con la mùsica, pero sirve de acompañamiento. No tengo ganas de ponerme simplemente a escucharlo. Hay que hacer algo mientras. Y por eso escribo. Pero, claro, esto puede resultar muy aburrido para ustedes. Eso creo yo. Y seguro que Pablo me da la razón. Se que hay otros (u otro. ¿Martín?) que no se aburren. Les encanta esto, o mi estilo, no lo se muy bien. Pero disfrutan leyendo estas especies de diario cibernético. A ellos escribo pues. O no. Mentira. Escribo para mi. En este momento es como una actividad terapèutica. Alla el gusto del pùblico. Yo, por mi parte, la estoy pasando bien. Nunca hablo realmente de nada, ya se los advertí.